Del Archivo

de Merlín

 

 


Se encuentran los Hermanos Mayores reunidos en su salón de trabajo, ubicados: Merlín en el Sur, en el Portal de la Sabiduría; Ralph en el Norte que es el Portal de la Voluntad; Irvin se encuentra en el Oriente, en el Portal de la Fuerza de la Fe y Urbin en Occidente, en el Portal de la Comunicación. El resto de los cofrades están distribuidos de Norte a Sur.

Todos están preparados para recibir el conocimiento que el Maestro tiene dispuesto para ellos en esta día. Exactamente en el meridiano, Merlín expresa: "Queridos hermanos, hoy trabajaremos en destruir nuestras falsas formas de vida, que son las que nos someten a un comportamiento no verdadero y sin darnos cuentas nos hace volubles con los demás".

El Iniciado indica: "Hoy, es un día especial para todos y, además, de un enfrentamiento fuerte porque nos carearemos con una reina muy especial que gobierna entre los hombres, en la familia, en la amistad y en todos los ámbitos que uno se pueda imaginar. ¡Es toda una Soberana y difícil de descubrirla en uno mismo!"

Prosigue con profundo énfasis en la exposición: "A esa reina le hacemos virtud y sin darnos cuenta, con mucha facilidad llega a nosotros. ¡Peor aún, llegamos a estar agradecidos con ella! Esta diosa impide en sobremanera, logremos nuestro objetivo".

Merlín describe a la soberana: "Ella, aparenta en ocasiones, compasión extrema al dolor, en otras, alegría en la pobreza y hacemos de ella, ¡una necesidad! Esta diosa es muy fuerte y de gran poder y se llama: ¡Mentira! Es reina de reinas, diosa de diosas porque enmascara la soberbia, la envidia, la discordia, la enemistad, enmascara todo aquello que se desee enmascarar".

Confirma con la mano en alto: "¡Sí, hermanos! Es la diosa más grande que existe. Porque se le perdona y se le acepta como un recurso de la vida misma, para justificar los actos erróneos que el hombre ha cometido a través de los tiempos para buscar el poder efímero, y se aprovecha de la ignorancia y de la inocencia".

El Iniciado reflexiona: "Somos educados a base de mentiras, gobernados con la mentira y vestimos de mentiras."

La cátedra señala: "Hemos estudiado aquí, en la Enseñanza, los egos que nos limitan para así poder destruirlos y llegamos a creer que los destruimos y en ocasiones tristemente vemos que nos hemos engañado. El engaño es también parte de la mentira, la traición es común en ella, la falsedad, la hipocresía, y ¡tiene otros tantos nombres que la identifican!"

Alza la voz para decir: "¡La mentira mis hermanos, se llega a convertir como el alimento mismo de la Esperanza, de las religiones, de los gobiernos para someter la voluntad del hombre. Y nosotros, ¡nos volvemos sus súbditos cuando las practicamos! ¿Quién puede levantar la mano y decir que jamás ha mentido? ¿Qué por piedad lo han hecho, para suavizar el dolor?"

Sin embargo, explica el Iniciado, la compasión les convierte en mentirosos. "Por dar una alegría, se dicen a los niños, muchas fantasías y su inocencia se envuelve en mentiras; ¡en la promesa que nunca se cumple!, se convierte en mentira; en la fidelidad que no se practica y la traición se encubre con la mentira".

Merlín observa a los adeptos y señala: "Si se dan cuenta hermanos, son muchos los medios por los cuales se toma a la mentira como parte de la vida misma, con la frase contundente de que el fin justifica los medios. Pero eso no puede justificarnos, ni porque mitiguemos el dolor, alimentemos una ilusión, neguemos una acción: ¡Simplemente es, mentira!"

Con estos argumentos, el Maestro inquiere: "¿Entonces, como es que nos volveremos verdaderos? Si con esto descubrimos que en realidad quienes somos. Hoy, queridos hermanos, es un día importante porque será para imponernos no caer más en ella al utilizarla así como no ser engañada por ella".

Indica que "si nosotros extirpamos a este ser, podremos aspirar a mostrarnos menos frágiles y detectarla fácilmente cuando se nos quiera engañar. No hay necesidad de usarla. Y al final estaremos bien con nosotros mismos, sintiéndonos libres de su responsabilidad. Así que hoy, les invito a respirar profundamente tres veces, unificando el Ser".

Y prosigue: "Cuerpo, alma y espíritu, unificado en un solo Ser, una sola Presencia, un solo Poder, el Poder de Dios mi Padre Bendito, conmigo".

Los hermanos escuchan a su Maestro, relajándose para estar dispuestos a destruir la mentira. Saben que deben visualizarse y se dejan guiar por Merlín.

Dice: "Mientras que con los ojos cerrados en su mente se visualizan, proyectan un espejo en donde se refleja su imagen y en su corazón repiten conmigo, nueve veces: Yo soy verdadero en mi y en mi proyección de ser, para descubrirme y corregirme a la responsabilidad de mis actos."

Guarda silencio unos instantes y menciona que "se visualizan, mirándose al espejo y se darán cuenta que hay muchas caras en ese espejo. Encontrar las de ustedes, es el objetivo".

Ralph, que es el más viejo de edad, se observa en el espejo sin mayor dificultad. Se da cuenta que son muchos rostros y reflexiona: "Padre Eterno, con tristeza veo que aunque son diferentes, a alguien se parecen. ¡Y es a mi! Son todas las imágenes que he proyectado falsamente, ya que siempre quise ser aceptado por los demás. Nunca entendí porque me rechazaban y, caí en esto; en tratar de ser agradable para ellos, aunque no fuese yo realmente".

Profundiza con firmeza en sus pensamientos: "Todas estas fases en mis mentiras ¡ya no las quiero en mi! ¡Las rechazo! ¡Ya no las acepto!" Conforme va rechazando el rostro de falsedad por haber buscado quedar bien con otras personas, las caras van desapareciendo. Se va confirmando en ser verdadero pero, ¡vuelven aparecer más rostros!

Acepta, entonces: "Es cierto, Padre Eterno, que además me dejé engañar por la falsa lisonja y les hice creer que con sus mentiras me engañaban, dejando que reinara esta diosa en una forma injustificada. También, ¡traicioné a aquellos que creyeron en mi! ¡Y fui cobarde en aceptarlo, negándolo todo! Y volvió a gobernar en mi, la Mentira".

Con el corazón abierto, expresa: "¡Perdóname, Padre, por todo lo falso que he sido! Porque si existe algo verdadero en mi, es mi deseo de esta contigo". Van desapareciendo los rostros, las imágenes, pero aun quedan algunas y comprende entonces, que no ha terminado, por lo que sigue reconciliando en su interior.

"Perdón Padre, porque he llegado a mentirles a los niños para que en su inocencia, falsamente, crean en lo que no existe, para que obedezcan a través del miedo y no del amor". Siguen desapareciendo los rostros, empero, nota que aparecen su padres en la tierra. Comprende que debe de pedirles perdón y así lo lleva a cabo.

Aspira profundo y dice: "¡Perdónenme padres míos, por todas y cada una de las mentiras que les dije! ¡Por hacerles creer lo que no era, porque, en verdad los amo! Y yo les perdono por todas y cada una de las mentiras que me dijeron". Observa que desaparecen las figuras en el espejo. En eso, llega una mujer muy hermosa, muy bien vestida y llamativa. No la reconoce.

El adepto la observa detenidamente y es entonces cuando la descubre y señala: "¡Tú! ¡Tú eres la mentira! Seductora y atractiva, pero yo ya, en mi vida, no te deseo. ¡No me seduces más! ¡Te rechazo y te destruyo!" Al momento, mira como el espejo se estrella y se pierde como en un fondo obscuro, pero en su interior siente como algo se desprendiera de su ser y lo hace respirar profundamente, como si descansara al descargar un peso.

Queda todo en obscuridad. Ralph no pierde ningún detalle y se confirma: "¡Yo soy verdadero! ¡Soy hijo de Dios!" Comienza a iluminarse y siente un calor agradable dentro de su cuerpo y alegría en su corazón: "¡Sí! Lo he logrado". Un momento placentero que disfruta su libertad que alcanzó con el ejercicio.

Merlín que ha sostenido con su energía a todos los hermanos, siente que ha llegado el momento para terminar la sesión y con voz suave pero firme, indica: "Mis queridos hermanos, respiren tres veces, giren la cabeza a los lados. Alcen los brazos con los puños cerrados y al exhalar el aire con fuerza, abren las manos y las bajan al pecho".

Ahora, indica el Maestro, "es bueno que compartamos esta experiencia en la cual, buscamos desnudarnos por completo para vernos en realidad quienes somos".

Ralph, de inmediato toma la palabra: "Fui muchas personalidades, porque quería ser aceptado entre mis amigos. Les hice creer lo que yo no era, porque sentía vergüenza y pensaba que no me encontraba a su nivel, y en otras ocasiones, cuando los engañaba, ¡sentía placer! ¡Les miraba como unos tontos! ¡Me sentía superior a ellos porque podía manipularlos y sentía yo, un inmenso poder de gobierno!"

Prosigue con la honestidad en su palabra: "Es vergonzoso tener que aceptar toda esa falsedad, porque, entonces, ahora me pregunto, Maestro: ¿Qué fue lo que logré? Con mis padres, por miedo al castigo y otras veces por no causarles dolor: De todas maneras hice uso de esa diosa. En verdad, son sabias tus palabras al decir que somos sus súbditos".

Reflexiona en su exposición: "Pero, ocurrió algo especial. Cuando la rechacé con todo y su belleza seductora, el espejo de mi proyección, se estrelló y sentí un inmenso vacío, ¡cómo si no fuera yo en mi! Pero al irme confirmando en que soy Hijo de Dios y que lo amo, se fue llenado de amor y fui sintiéndome nuevamente, conmigo, pero en una forma diferente, Maestro, porque me ¡sentí en mi gobierno de ser verdadero!"

El orador menciona: "Aunque es cierto que ya no requiero de ella, por la práctica misma de la Enseñanza, no he de usarla ni para mitigar el dolor. La verdad, con amor, puedo utilizarla y las palabras dirigidas del corazón, serán sabias para disminuir el dolor, porque la vida, hay que aprender a llevarla con dignidad".

Merlín siente un gusto interno por su querido hermano. ¡El llegó a experimentar lo mismo que su cofrade! Es cierto: Todos, en alguna ocasión o como sistema de vida, hemos hecho uso de la mentira y la reacción hacia ella, siempre es condescendiente y luego queremos justificarla, envolviéndonos hasta ¡lograr cambiar la verdadera forma de ser!

El Iniciado comenta: "Es cierto, mis queridos hermanos: Cuando expulsamos a la mentira se siente el vacío, como si algo nos hiciera falta. Pero si esa oquedad la llenamos de amor y de voluntad, esta aparente sensación desaparece y pasa además, algo favorable: Cuando alguien nos dice una mentira, de inmediato la detectamos. Por lo tanto, ¡es difícil que nos engañen! Y esto nos hará descubrir a los impostores".

Puntualiza: "¡No tengamos miedo en señalarlos, porque no es digno de nuestra parte! Somos seres divinos, creados en el amor y descubrirnos siempre a la verdad nos llevará a destruir la ignorancia. Trabajemos en esto, hermanos, para que esta diosa, no sea más en nosotros y pidamos que sea expulsada de los hombres para que la Justicia llegue a tiempo".

Cierran sus trabajos y se disponen a retirarse, cada uno a sus aposentos. Van en silencio. ¡Cuántas mentiras existen en el hombre!


Página de Inicio


Por que Usted es digno de la mejor información, Arcano le ofrece 12 números con el pago de 10.

 Sí quiero suscribirme

Depositos bancarios a nombre de: Editorial La Casa de Orión, S. A. de C. V., BANAMEX, número 00193211688 sucursal 4739 o a la cuenta: Mario Luis Altuzar Suárez, número 19321098-3 y si lo prefiere, en Banca Serfín cuenta Editorial La Casa de Orión, S. A. de C. V., número 09073152858 sucursal 09063. Confirme su pago via fax: 85 89 11 51 o por medio de una carta a nuestra dirección en Lerdo N° 284-C, Depto. 1212 (Edificio Presidente Juárez), Unidad Nonoalco Tlatelolco, 06900, México, D. F. Tel.: 85 89 11 50. Nuestro correo electrónico es:

 Arcano