Del Archivo

de Merlín

 


Por Mario Luis ALTUZAR SUAREZ

* La energía de los colores

* Armonízate con el Equinoccio

Hoy es un día especial para la Hermandad de Merlín, ya que se recibe el equinoccio de primavera, y el Iniciado espera en este momento, que los hermanos se apresuren en sus quehaceres esenciales para partir al lugar que prepararon en los Montes Cámbricos para celebrar la ceremonia de recepción de la energía del cosmos.

Merlín les indica a los principiantes: "El equinoccio es la época del año en que el sol tiene un aparente movimiento sobre la eclíptica, que corta el ecuador celeste, pero en realidad, es la tierra que sufre un lento desplazamiento del eje de los polos, provocando la misma duración del día y la noche".

Un Aprendiz interrumpe un poco preocupado: "¡Maestro! ¿Es acaso que debemos prepararnos para un temblor de tierra? ¿Qué desastres debemos enfrentar? Sería conveniente que nos alistemos a poder auxiliar a los aldeanos en lugar de concentrarnos en una ceremonia".

Merlín sonríe por la interpretación del Principiante y explica: "Escuchen con atención. He dicho que el desplazamiento suave del eje de la tierra es imperceptible para el hombre, es decir, que no se siente y en sus campos astrales, por las fuerzas de atracción de la Luna y el Sol sobre la dilatación ecuatorial de la tierra provoca efectos positivos cuando se deja fluir conscientemente la energía de este movimiento".

El Aprendiz se tranquiliza con la explicación y retoma la palabra: "Que bueno que no sentimos ese movimiento, Maestro, pero ¿cómo sabemos entonces el momento en que sucede? Y surge una duda, ¿cómo aprovechar esa energía?"

Con el dedo índice derecho, el Mago señala su vestido blanco y ante la mirada desconectada de los adeptos, menciona: "El color blanco en el espectro solar es la combinación de todos los colores y al utilizarlo en este día en nuestra vestimenta se intensifica la energía vibratoria de nuestra aura".

Reflexiona: "Si dejamos fluir la fuerza magnética del cosmos ayudamos a que se integre fácilmente a nuestro campo astral, generando equilibrio y bienestar".

Irvin anuncia: "¡Todos estamos dispuestos, querido Maestro! Es hora de reunirnos para ir a recibir la energía". Se observan gestos de gozo en los Hermanos por el momento especial de integrarse con la energía del universo. Más no todos visten de blanco, hay algunos hermanos con túnicas rojas, otros de azul y de color amarillo y violeta, Irvin y Raplh.

Un joven inquieto y muy observador se acerca a Merlín y le pregunta: "¿ Por qué, Maestro, los hermanos van con batas de color? ¿Cuál es el objetivo para ellos, Maestro? ¿A qué se debe la distinción? Tú nos has dicho que todos somos iguales, no alcanzo a entender, entonces, esa decisión."

Merlín le mira comprensivo y dice: "Cierto es mi querido hermano, que todos somos iguales ante los ojos del Padre Creador, pero lo único diferente es el servicio al que por libre y espontánea voluntad, aceptamos cumplir".

Continúa explicando: "Se puede tomar la energía con un objetivo específico como es el caso de nuestros hermanos. Por ejemplo, para los que están vestidos de rojo, la energía vibratoria del cosmos, al fluir intensifica en sus centros de energía los poderes que han alcanzado. Tal es el caso de Urbin, quien tiene una videncia muy precisa. El rojo provocará, entonces, que logre amplificar su rango de vibración y por tanto, también su videncia".

Aclara: "Los que están vestidos de azul, se concentrarán en recibir la energía en los centros del corazón y la garganta, ya que ellos, por su servicio al liberar fuerzas negativas o al sanar, sus campos vibratorios pueden estar contaminados sin que ellos estén conscientes de esto, así que es de gran importancia el que constantemente se estén purificando y sobre todo, cuidar siempre la armonía de éstas chacras".

Señala a los hermanos Irvin y Raph que están vestidos de violeta y expresa: "Ellos portan en su vestimenta de color violeta para que su avance espiritual se vea favorecido al concentrarse en que la energía actúe sobre la corona y puedan abrir más este canal de luz con el Espíritu Divino".

Por último, el Iniciado señala a los hermanos que están de amarillo: "Nuestros queridos hermanos se dedican únicamente a trabajar con el Amor Divino para ayudar a traer paz y armonía al mundo con sus oraciones y, hoy deben de fluir en el campo del corazón de la humanidad, todo su ser debe de convertirse en Amor Divino, que es la misma presencia del Padre Universal"

En ese momento llega Urbin para indicar al Maestro que le esperan para recibir sus indicaciones, con ánimo se disponen todos los Hermanos a la voz de su Guía.

Todos en el lugar de la ceremonia, siguen al Maestro: "Respiremos profundamente tres veces para unificar cuerpo, alma y espíritu y vamos a abrir nuestras manos, extendiendo nuestros brazos y nuestra mirada al Oriente".

Prosigue: "Elevamos los brazos aspirando lentamente hasta llegar a juntar las manos arriba de nuestra cabeza. Al bajar los brazos suavemente, exhalamos lentamente hasta juntar nuevamente las manos. Repetimos ocho veces. Descansamos con una aspiración profunda exhalando con fuerza. Comenzamos nuevamente, pero ahora, al subir las manos y tomar el aire, vamos a dejar que salga con fuerza la palabra ¡Om! La dejamos que se prolongue toda la exhalación y se repite ocho veces. Dejamos caer los brazos, relajados y giramos la cabeza lentamente, ocho veces a la derecha y ocho veces a la izquierda. Las respiraciones son lentas para provocar relajación".

Explica que "el que se relajen, queridos hermanos, actúa sobre el sistema nervioso dándole seguridad y confianza. Nuestros líquidos se regulan por la armonía que generamos y como consecuencia, el aura puede estar dispuesta a dejar fluir la energía cósmica. Respiramos nuevamente profundo y soltamos el aire".

Al concluir esta parte del ejercicio, indica: "Nos sentamos en el suelo para que nuestra raíz de la columna vertebral reciba directamente de la tierra, la Fuerza magnética. Pueden sentir calor, cosquilleo, o una especie de calambre. ¡No se preocupen! Si estas sensaciones se presentan, respiran con intensión de absorber esa manifestación y desaparece".

Prosigue: "Ahora, giremos en círculo hacia la derecha y cada giro repetiremos la palabra ¡Ooooooommmmmmm!, ocho veces y otras ocho veces a la izquierda. Nuevamente repetimos la elevación de los brazos, también ocho veces y la palabra ¡Oooooommmmmm! ¡Estamos abriendo nuestro campo dimensional, con toda la intensión Consciente de dejar interactuar las Fuerzas magnéticas del Sol, la Luna y la Tierra! Una triada con nuestro cuerpo, alma y espíritu".

Acto seguido, el Guía apunta: "Ahora, nos disponemos a generar nuestra forma de pensamiento positivo: ¡Yo soy en mí, la Fuerza y el Poder de la Creación de Dios en la Fe de la realización de todo lo que yo deseo en bien y armonía que se genere en mí, yo Soy!"

Señala: "Hacemos la petición con toda la firmeza que pueden generar en este momento. No importa lo difícil que pueda, para ustedes, creer que lo sea. ¡Simplemente deséenlo con firmeza!"

Todos están sumergidos en el "Yo Soy" y Merlín, como Guía, manifiesta con firmeza: "¡Que así se cumpla! Dejando fluir la energía en este momento en que el Sol se encuentra sobre sus cabezas, deben de mirar un dorado intenso que cae sobre ustedes, llenándose desde la corona hasta sus píes. Al respirar profundo y lento, se llena de esa energía luminosa, dorada, que es iluminación y vida del mismo Espíritu. Al exhalar, ¡observen como exhalan la misma vibración dorada. Así, lentamente, hasta que vean la punta de sus píes totalmente dorados".

Dice que "su campo magnético se va iluminando. Se están equilibrando por la conexión con el Sol, la Luna y la Tierra, como parte misma que son del Universo".

Merlín deja pasar un tiempo breve (diez o quince minutos) y les indica que empiecen a respirar profundo y poco a poco ir acelerando la respiración. Con esto, se provoca que choquen las partículas del aura con las del campo cósmico y así, se liberen de larvas e impurezas. Los anima a que cada vez sea más rápido, a la capacidad que cada uno pueda dar.

"No se tiene que sentir cansancio", explica al decir: "El organismo mismo pide el momento de detener este proceso, así que cuando éste legue, respiran profundo y exhalan con fuerza, soltándose por completo y dejándose mecer al vaivén de las ondas magnéticas. Cuando éstas se detienen, el cuerpo también se estabiliza".

Es un momento en que el Iniciado indica: "Vuelven a elevar los brazos ocho veces, repitiendo la palabra ¡Oooooommmmmm! Giran el cuerpo de igual manera, ocho veces para la izquierda y ocho veces para la derecha, repitiendo ¡Ooooooommmmmmm!"

Les pide, giren su cabeza lentamente, tres veces para un lado y tres veces para el otro. Abren sus ojos con suavidad. Expresa: "Si se siente mareo, cierren los ojos, suelten el cuerpo y respiren profundo y lento, hasta que se estabilicen".

Al terminar, "nos levantamos, flexionamos nuestras piernas y estiramos. Debe de haber sensación de descanso, fuerza y alegría. Si acaso se sintiera cansancio o dolor, entonces se repite el ejercicio colocándose hacia el Norte, de esta manera se logra armonizar con rapidez".

Una recomendación es cubrir la cabeza con un pañuelo blanco.


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