Del Archivo

de Merlín

 


Por Mario Luis ALTUZAR SUAREZ

* La Triada Armónica del Universo

* En el Hombre: Mente-Consciencia-Espíritu Santo

Aprovechando que hoy es un día seco y lleno de sol, en medio del campo se encuentran sentados en la alfombra del pasto verde los jóvenes Aprendices, escuchando atentamente al Venerable Maestro que señala con el índice derecho el entorno y con profunda emoción en la voz, les interroga: "¿Qué observan mis Queridos Hermanos?"

Wilfrido se aventura a responder ante el silencio desconcertado de los presentes: "Un día soleado, Querido Maestro, en que las creaciones del Padre están gozosas por el Poder de Vida de la lluvia. Una Bendición del Creador de los Universos y que si en esta parte del campo, florece la vegetación, en los campesinos tendrá un excelente resultado que beneficiará a todos".

Merlín acepta satisfecho: "Cierto es lo que dice mi Querido Hermano. Pero ¿qué es lo que observa? Me ha dicho lo que mira más no lo que observa". El adepto se sorprende y pregunta: "¿No es lo mismo, Venerable Maestro?" El Guía mueve negativamente la cabeza y sonriendo expresa: "No lo creo así, mi Querido Hermano. Mirar es fijar la vista en la superficie del entorno y observar es penetrar con atención lo que puede encontrarse en el trasfondo".

Añade que la observación implica la atención en los acontecimientos que se suceden en nuestros ojos, pero con la diferencia de que se aplica el razonamiento para descubrir sus implicaciones y su relación entre sí y con nosotros mismos.

Prosigue: "En este caso tan sencillo, que nos encontramos en el campo, miramos a la naturaleza vivificada por el Poder de la Lluvia, es cierto. Pero la lluvia obedece a un ciclo natural que al caer a la tierra fértil, engendra la preservación de la vida silvestre, y en los campesinos, la producción de los alimentos que todos esperamos para subsistir".

Indica que "si observamos detenidamente estos fenómenos naturales, es decir, que se razone sobre las implicaciones de las acciones naturales y sus repercusiones, podremos disfrutar de la Bendición Divina de entender que todo esto responde a la existencia del equilibrio que le permite trabajar en perfecta armonía a la naturaleza, de la cual, formamos parte".

Alza la voz en alegría: "¡Estamos integrados a la Naturaleza! Sin embargo, pocas veces ponemos atención a este elemental Principio y mecánicamente recibimos sus beneficios y la destruimos o afectamos sin percatarnos de que provocamos un daño que tarde o temprano se revertirá en contra nuestra".

Merlín les señala que así como el hombre debe recuperar su Consciencia sobre su pertenencia al medio ambiente como parte esencial de un equilibrio natural en el Poder Divino de la Vida, en la Enseñanza Iniciática se profundiza en buscar ese equilibrio interno de los adeptos que les conducirá por el camino de la Luz para buscar el Sublime Grado de la Iluminación.

Wilfrido expresa: "Es una comparación interesante". Es atajado por el Conductor: "Más que una comparación, mi Querido Hermano, sería como un complemento. No olvidemos la Ley Universal de 'como es arriba es abajo', es decir, que en el Universo existe una perfecta armonía que se repite en la tierra y por lo mismo, en el interior de cada uno de nosotros".

Visto así, apunta el Maestro, "tenemos que lograr integrar el Poder del Espíritu a la Mente, es un paso muy sencillo: Unicamente es amplificar el rango de vibración de la plineal hacia el centro motor del alma que es el hígado. La dificultad se encuentra en que el alma debe de estar en absoluto equilibrio, ¡totalmente nulificada como fuente emocional!"

El Universo, dice el Maestro, camina en total armonía y todo aquello que se desea integrar al Universo del Padre, solamente es posible cuando alcanza la misma Armonía Universal, es por ello que el alma, que se mueve por dos fuerzas, debe de estar totalmente neutralizada para que así podamos conectar el Espíritu al Universo.

"Es por ello, mis Queridos Hermanos, que para llegar a la Iluminación es ¡cómo resucitar en el Espíritu!", exclama el Iniciado y explica la razón: "Porque el alma deja de gobernar por completo, siendo entonces, el Espíritu en Mente y Consciencia, quien se manifiesta. Así es como ahora vamos comprendiendo el por qué de tanto perdón, ¡una y otra vez pedir perdón!"

El perdón nos conduce a la comprensión de que somos responsables de nuestros hechos y al firme compromiso de no repetir las acciones negativas que provocaron en nosotros, la insatisfacción y el resentimiento. Es por medio del perdón, entonces, que se equilibra el alma y al margen de las emociones, por medio del razonamiento, le damos el verdadero valor a las cosas.

Prosigue: "Cada vez que nos dejamos llevar por las emociones, desarmonizamos las cargas del organismo y lo polarizamos hacia un sentimiento determinado, de tal manera que se desestabiliza en conjunto con la vibración. No podemos conectarnos de esta manera, a un universo armonioso".

Explica que primero se debe de encontrar "el equilibrio del alma a través de la voz interna en comunicación con el Espíritu como Mente Consciencia. El Espíritu es racional y el alma es emocional. Entonces, al lograr esta comunicación a través del Amor Divino que es más allá del bien y del mal, logramos que se forme la primera Triada: Cuerpo, Alma y Espíritu que nos permitirá pasar a la segunda Triada que es Mente, Consciencia, Espíritu Santo, y poder alcanzar así, la tercera Triada que es Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, ¡precisamente el Sublime Grado de Iluminado!"

Vincent comenta: "¡Es muy fácil, entonces! Al saber cuales son los pasos a seguir y la sencillez para poder cumplirlos, el camino de la Iluminación se simplifica. Yo ya sé que tengo un cuerpo integrado por los cuatro elementos; agua, tierra, viento y fuego, que tengo un alma que es dual y que por medio del perdón puedo equilibrarla y poder tocar entonces a mi espíritu".

Merlín le mira compresivo y con profundo amor menciona: "Cierto es, mi Querido Hermano, que las Leyes Universales son sencillas y por lo mismo, es que todos y cada uno de los Hijos del Padre, tenemos la capacidad para transitar por el Sendero de la Luz. Aceptar esta Verdad, despojada de morbo y misterio, es el primer gran paso razonado para conseguirlo".

El razonamiento es fundamental: Si uno es hijo de una Divinidad como Dios, entonces, uno también es Divino; si nuestro cuerpo está formado por los Cuatro Elementos, entonces tenemos el poder de esos elementales; si los elementales se mueven por una fuerza de energía, tenemos entonces, centros de energía; si tenemos un alma y un espíritu, luego entonces, nuestro Ser se forma por Cuerpo, Alma y Espíritu.

Pregunta: "¿En dónde esta el Misterio?" Los adeptos guardan silencio para escuchar a su Maestro: "¡En aceptar esta Verdad lógica! El siguiente paso, es la aceptación de uno mismo, la aceptación de que somos causa y no-efecto de lo que nos rodea, la aceptación de que el alma es emocional y gobierna nuestras acciones y por ello, al ubicarse en el hígado, se dice que somos viscerales".

Razona: "¿Cuántas veces no actuamos por el enojo o la ira y cuando estamos más tranquilos, nos arrepentimos de lo que hicimos? Tenemos, entonces, que la aceptación de lo que somos nos lleva al compromiso del perfeccionamiento al que podemos aspirar por medio del Conocimiento que identifica la estrecha vinculación de las emociones con los vicios".

Y no se relacionan única y exclusivamente con los vicios como la drogadicción, el alcoholismo y otros, que son producto de las emociones de inseguridad, desconfianza, desilusión y varios más, sino que se incluyen el autoritarismo, el egocentrismo, la vanidad, la ambición entre una gama que, al tomar Consciencia, se entiende que en realidad encubren nuestros miedos.

Explica: "Estos miedos crean una gran barrera que debe atravesar el Espíritu con la ayuda de la Consciencia, para poder establecer la realidad del miedo y su origen para con ello desprenderlo. Aparentemente un mecanismo muy sencillo pero, ¡puede ser tan engañoso el mismo miedo que nos desvía de la realidad llevándonos a formas ilusorias!"

Apunta: "Por esto, es que pueden desesperarse en el proceso, al fracasar en los intentos de encontrar la razón del origen, llevando a la desilusión y tomando actitudes de engaño y como consecuencia, la renuncia a la Enseñanza".

Menciona que el logro esta Enseñanza se basa en la Verdad Interna y no en las apariencias que nosotros mismos tenemos como nuestros Principios, "es por ello, que muchos llegan en su búsqueda, afanosamente y renuncian en el camino, como un dios falso e inexistente".

"¡Si tan sólo miran el Universo, pueden darse cuenta que no es mentira! Pero el hombre mira las estrellas, mira la luna, y deja de observar que existe la armonía y el equilibrio en el movimiento de los astros. Otra advertencia que les puedo hacer, mis Queridos Hermanos, son los falsos conceptos y principios sobre los que manipulan y lucran con la ignorancia y la obscuridad".

Vincent interrumpe: "¿Cómo es eso, Maestro? No alcanzo a comprender lo que dices". Merlín profundiza: "La ignorancia, piedra fundamental que desvirtúa la Verdad sobre el Poder del Hombre, es manipulado por factores humanos utilitarios, sobre todo, de la obscuridad. ¡Esta es otra barrera que deben enfrentar, también, dentro de ustedes mismos y que puede llevarlos a la búsqueda del poder y el gobierno de los Elementales, como una acción de beneficio propio".

Puntualiza que "en la integración con el Universo del Padre, no hay más gobernantes que Dios y solamente Él gobierna en armonía. Es trabajo constante pero su Amor alimenta y descansa".

Wilfrido alza la mano y le ceden la palabra: "Maestro, ¿aquí sería en donde debemos enfrentarnos a los demonios, a Satanás, a Luzbel o Luz Bella?"

Merlín explica: "Bueno, para empezar, vamos a esclarecer cuál es cada uno. A Luzbel vamos a entenderlo como el ángel que viene a probar en el hombre, la fidelidad a Dios. ¡El va a medirte en tu lealtad, en la verdad de tu amor a Dios, y puede llegar a ser tan fuerte que puede hacerte renunciar al Padre!"

Aclara que "esa es su misión: ¡Enfrentarte! Hay razón: ¡Por que debes de ser tan firme en tu amor, en tu Fe y lealtad, que te mantengas firme en tu deseo de llegar al Padre! O sea, que llegar a Dios no es por conveniencia, llegar a Dios no es por utilitarismo, llegar a Dios no es por capricho, por ilusión: ¡Llegar a Dios debe ser tan verdadero tu amor, tu Fe, que solamente así puedes vencer a Luzbel".

Abunda que este ángel "es encargado de ayudar a la evolución espiritual del hombre, porque al vencerlo, ¡logras tocar con Dios! Los demonios, solamente están en tu mente y Satanás es la maldad misma, unida, de todos los seres humanos!"


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