Libro Tercero

DESARROLLO DE LOS CAMPOS ASTRALES

  

Los Sentidos Astrales

Tú tienes reconocimiento de cinco sentidos: La vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto, y con estos, estás acostumbrado a la limitación del alcance que tú cuerpo físico te permite detectar.

Pero sabes bien que tienes un cuerpo astral, muy próximo al tuyo, al cuerpo físico, que forma parte de tu campo dimensional y al que le reconoces como Aura. Pues bien, este reconoce también estos cinco sentidos, pero les diremos sentidos astrales.

El tacto es el roce inmediato con tu cuerpo físico, pero si tú frotas tus manos y las separas sosteniéndolas una frente a la otra, podrás detectar el calor que se emana, pero si las dejas más tiempo, por ejemplo diez minutos, sentirás una fuerza que las envuelve. Son las miridias o emanaciones de tu Aura lo que estás detectando y que poco uso haces de éstas a las que puedes dirigir y proyectar a un objetivo o pensamiento.

Esto, mi hermano, es a lo que tú conoces como Dones Divinos o del Espíritu Santo.

¡Y todos los seres humanos tienen estos Dones o Sentidos Astrales! A lo que tú te puedes preguntar, es el ¿por qué existen personas que nacen con estos Dones? A otros se les manifiesta a partir de determinada edad y tú has tenido que trabajar para lograrlos sentir o percibir. Déjame decirte que el Estado del desarrollo genético del Espíritu de unas personas a otras, varía. Y es por eso que unos nacen con mayor percepción que otros. Más no significa que tú no puedas desarrollar. Esto no es ningún Karma, es evolución espiritual.

¿Cómo podemos desarrollarnos?

Has estado reflexionando sobre la responsabilidad de tus actos. Esta reflexión te lleva a empezar a elevar tu grado espiritual pero al mismo tiempo hay que llevarlo a la práctica. El hacer en ti consciencia de tus actos, en un constante movimiento, hará que esto fluya en tu interior de tal manera que si pones atención en ti, sentirás los cambios de vibración de tu cuerpo interno y tu cuerpo externo. Aprender a detectar tu propia vibración y descubrir en ella los cambios que generas con tus estados de ánimos variables.

Al ir distinguiendo tu vibración percibirás un campo de energía en tu entorno que es parte de ti mismo y es el que se roza en una forma invisible para ti, con los campos magnéticos del entorno.

Si tú pasas tu mano sobre la pantalla de un televisor, podrás detectar la electrostática que se genera por la emanación del campo magnético del aparato. Es parecido a tu campo, pero el tuyo es orgánico y de vida, y el otro es artificial. Ahí podrás darte cuenta que generas energía y esa energía genera a su vez, un campo magnético y éste puede ser de atracción o repulsión hacia otros campos, dependiendo la electronegatividad de la cual se emana en el cambio de tus emociones es como tú das vida a tu entorno, positiva o negativamente.

¿Cómo percibes este campo magnético?

Es un peso suave sobre tu cuerpo, vibratorio y tibio, estando tu Ser interno en equilibrio. Cuando empiezas a tener un mayor contacto de tu campo dimensional, podrás sentir presión sobre tu cabeza, como si se tratase de un aro que te rodea; en tus hombros algo de peso y adormecimiento en tus manos y píes. Estas zonas son muy sensibles y por ello, en donde tú puedes percibir más el campo dimensional que te rodea.

No debes de sentir piquetes, frío ni dolor. Cuando esto acontece, debes de reflexionar en qué está aún tu interior insatisfecho, o que no ha logrado perdonar. Si sintieras que estas fuerzas intentan penetrar a tu interior, aún después de haber hecho una reflexión de amor, entonces, es que son fuerzas ajenas a tu campo dimensional y debes de cerrar tu campo para que no penetren. Cuando sientes presión en el pecho, o dolor, es que se están intensificando tus campos de vibración físico al contacto de tu campo astral. No debes de sentir frío o punzadas, sí esto acontece, aún después de tu reflexión de amor, son fuerzas opuestas que debes de rechazar.

¿Cómo logras esta percepción?

Cierra tus ojos y piensa en el amor. Respiras con amor. Deseas sentir amor. Quieres probar el sabor del amor en tu boca y quieres ver el rostro del amor. ¿Cómo huele? Tus cinco sentidos concentrados en el amor, de acuerdo con la función de cada uno de ellos. Cada respiración que hagas será profunda y lenta y exhalarás lentamente pensando que expulsas todo aquello que no te permite vibrar en el amor, ya sea pensamiento, ya sea persona, ya sean cosas. En ese momento no recordarás el mal, simplemente que lo debes de expulsar y al expulsarlo perdonas y pides perdón a ti mismo.

Aquí un ejemplo de cómo lo lleves a cabo con sencillez: Mientras estás respirando visualizas aquello que te encadena, no importa quien sea o lo que sea, y lo expulsas de tu mente al exhalar, al mismo tiempo que te repites a ti mismo;

"Me libero de ti, de todo el mal que has causado en mi persona y te perdono y te libero de mi, de todo el mal que te he causado, y te pido perdón".

Repetirás las respiraciones con este pensamiento. Llegará el momento que te empezará a inundar una paz intensa, provocada por la misma liberación, de tal manera que te sentirás contento y con ánimos de seguir perdonando.

No importa cuán doloroso sea o que tan difícil te parezca, el poder de tu Espíritu para liberarte es superior a cualquier obstáculo o amargura y El te guía para lograr tu libertad.

Hasta aquí, hermano, la reflexión de la responsabilidad de tus actos ha sido con tu entorno con base a tus sentimientos pero para que logres la evolución espiritual debes de reconciliar también con los Elementos de la Naturaleza, reconociendo su Potestad de Vida y que esa potestad de vida fluye en ti y sin ella no existirías.


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